Museo del Niño y la Mujer.

Te contamos un poco de nuestra historia…

La Universidad Nacional de Córdoba fue fundada en 1613 por Fray Fernando de Trejo y Sanabria; conforma el grupo de Universidades fundadas en América Latina durante el periodo colonial español. Antes se reconocen como más antiguas la de Santo Domingo (1538), la de San Pablo Méjico (1551), San Marcos de Lima (1553), Santo Domingo de Bogotá (1580), San Fulgencio de Quito (1603). Nuestra Universidad es la más antigua de Argentina y nace según palabras de su fundador como “Colegio donde se lea latín, artes y teología, incluyendo así la sustancia de lo que es y significa Universidad”

En el año 1854 por gestión del Dr. Derqui, Santiago, el Gobierno Nacional dicto dos decretos disponiendo la nacionalización de la Universidad y del Colegio Monserrat.

La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (en ese momento llamada Escuela de Medicina) fue fundada bajo el mandato del Rector Manuel Lucero quien “Introduce la Ciencia y la Técnica y mantiene el sentido humanístico de los estudios de la Universidad”

El Dr. Luis Warcalde (Diputado Nacional) en 1875 presenta el proyecto de ley en la Cámara de Diputados; en 1877 se promulga la ley y el 8 de marzo de 1878 se inician las tareas docentes en la facultad con una conferencia del Dr. Hendrik Weyemberg, primer Decano de la Facultad de Ciencias Médica. En 1884 egresa la primera promoción de Médicos de la Facultad.

Las prácticas en medicinas se realizaban en el Hospital San Roque (Hospital Provincial) hasta 1813 que se inaugura el Hospital Nacional de Clínicas. Tanto en el Hospital San Roque como en el Clínicas se anexaron dos salas para atender a las parturientas.

Por iniciativa del Profesor Clemente Lazcano, Titular de Obstetricia se solicita en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación (1910) la creación de “un establecimiento sanitario para albergar a grávidas y puérperas, en la ciudad de Córdoba”. Transcurrieron varios años hasta que pudo concretarse el proyecto, que inicio la obra alrededor de 1923 y se inaugura el 05 de marzo de 1932. El proyecto fue concebido para instalar 160 camas, pero nunca se logró, en 1942 se habilitaron 132 camas y 90 cunas.

En el año 1970 el Instituto de Puericultura se integró a la Maternidad y el nosocomio pasa a denominarse “Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología”.

El Prof. Lascano no tardo mucho y en el año 1934, crea y dirigí su tan anhelado museo en la Institución, dejando para más adelante la creación de la biblioteca.

    En aquellos tiempos ya fija como meta principal, la de servir a la comunidad, propiciar la docencia, la investigación y la difusión de todos los nuevos conocimientos y experiencias alcanzadas en su Institución.

    El resultado de estos objetivos se ven plasmados en los informes de gestión publicados y preservados en el museo, como uno de los tantos valiosos documentos, hasta la actualidad.

    El Dr. Lascano en su inicio organizó el espacio físico del Museo y lo doto de las primeras piezas anatómicas patológicas productos de las autopsias del Instituto de Maternidad, también incorporó una pieza conservada en parafina muy especial, denominada “El torso de la mujer con embarazo extrauterino casi a término”  es un embarazo ectópico de 30 semanas realizado por el Dr. Pedro Ara, con la técnica de parafinado en 1930, actualmente se encuentra en nuestro Museo.

Cabe destacar que el Profesor Doctor Pedro Ara Sarriá fue un médico español especializado en la conservación de cadáveres. Fue profesor en las universidades de Valencia, Cádiz, Madrid y Córdoba (Argentina) e ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina el 16 de abril de 1936. La extraordinaria técnica que usaba Ara para la parafinación, consiste en deshidratar los tejidos del cuerpo tras ser sumergidos en alcohol. Posteriormente, se inyecta parafina líquida. El resultado es tan real que llega a obrar el milagro de que los tejidos muertos parezcan más vivos que nunca.

Entre sus obras más conocidas podemos destacar el embalsamamiento del compositor Manuel de Falla. También la famosa obra “La Cabeza de Viejo” según la historia dicha cabeza pertenece a un mendigo que siempre se encontraba en las escalinatas del ingreso del Hospital Nacional de Clínicas, y cuando el Dr. Ara llegaba a trabajar e ingresaba por allí le solía decir, “Cuando Mueras te voy a Embalsamar”.
Así fue que cuando el pobre indigente enfermara y falleciera, su cuerpo brindado por el hospital terminara en las manos del Dr. Ara para realizar esta impresionante obra de inmortalización.
Un año fue que le llevó preparar esta pieza increíble al Dr. Ara, comenzando en 1928 con la parafinización de su cabeza, para concluirla en 1929 y así exponerla como obra destacada en el Museo Anatómico Pedro Ara del HNC. Y por supuesto la Obra más conocida del Dr. Ara fue el la momificación de Eva Perón, Evita, en 1952 en  Argentina. Se trata de uno de los procesos de embalsamamiento más famosos de la historia, quizá junto con el de Lenin.

     En 1955 durante la Dirección del Profesor Doctor Julio Pereira, se dotó  al museo de una importante biblioteca, que se ubicó al  inicio en el despacho del Director.  La misma se ha conservado en el segundo piso del Hospital.

    La labor en el museo y la biblioteca fue continuada por todos los Directores de la Institución.

    A partir del 19 de Mayo de 2014 el «Museo de Anatomía Patológica Doctor José Clemente Lascano»  del Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología, dependiente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, cambia su denominación por el de “Museo del Niño y la Mujer”.

Historia de la ginecología y la obstetricia…

 

El desarrollo de la ginecología y la obstetricia comenzaron posiblemente en el Valle del Indus, hace aproximadamente entre 5 y 6 mil años y luego se difundieron hacia Oriente Medio y hacia la India. Esto se basa también en el descubrimiento de ilustraciones y estatuas de mujeres gestantes en Europa. La más famosa de estas estatuas femeninas de la antigüedad es la “Venus de Willendorf”, de aproximadamente 22.000 años a.C y se la relaciona con la fertilidad (actualmente en el Museo de Historia Natural de Viena) Otras figuras se encuentran en España y Turquía Central.

Es considerable el desarrollo de la ginecología y obstetricia en Egipto, se conocen datos entre 6.000 a 1.200 años a.C a través del Papiro de Ebers que contiene compendios médicos, tratamientos para diversos problemas ginecológicos como prolapso uterino, como llevar a cabo un aborto, tratamiento para mamas y vulva, tratamiento del prurito, fabricación de pesarios, estimulantes de parto, etc. Se supone que los musulmanes y los egipcios conocieron y diferenciaban la vulva, vagina, útero y los ovarios. También se conoce que las mujeres parían en cuclillas y eran atendidas por mujeres (matronas), los hombres no participaban del parto.

El parto en posición decúbito puede haberse puesto de moda en la era de Luis XIV, de quien se dice quiso ver a una mujer dando a luz.

El embarazo se diagnosticaba haciendo orinar a la mujer sobre una mezcla de semillas de trigo y cebada mezclada con dátiles y tierra. Si las semillas brotaban estaban seguros que daría a luz, si brotaba el trigo tendría un niño y si brotaba la cebada, una niña.

El desarrollo y práctica de la medicina se extendió a la Mesopotamia, la India y llego a Grecia y Roma, donde aparecen los escritos de Hipócrates;  Asclepius y más adelante Sorano de Éfeso hasta Galeno. Sorano escribió sobre el comportamiento y las características de las comadronas, hizo una descripción sobre los órganos femeninos, fecundación y la embriología entre otras cosas. La influencia de Sorano y Galeno quedo reflejada en la historia a través de varias escrituras. Ambos practicaron la disección en animales inferiores y comparaban la anatomía femenina con los primates.

Con la llegada del renacimiento (1450) el desarrollo de la cultura, el desarrollo del individuo que hizo posible el descubrimiento del mundo, la emigración de Medio Oriente a otros países contribuyo a extender los conocimientos médicos al resto de Europa. Siglos XV, XVI, XVII.

Operación Cesárea

La idea del nacimiento del niño a través del abdomen data desde la mitología. Zeus arranco a su hijo Dionisius del vientre de su madre muerta, Apolo mato a su esposa y extrajo a su hijo Asclepio antes de llevarla a la hoguera. Se dice que Brahama había nacido desde el ombligo de su madre y Buda en el año 563 a.C. a partir del flanco derecho de su madre.

El hecho también esta mencionado en el Mishnah (comentario extenso sobre la biblia hebrea recopilado en el Siglo II).

Entre los años 1500 y 1600 hay varias publicaciones, Caspar Bauhin, Rousset en el año 1581, Burto 1751, Ambrosie Paré 1510 – 1540) La operación cesárea solo estaba indicado ante la muerte de la madre y si se percibían movimientos fetales.

Parece que el nacimiento de un presunto heredero era considerado un hecho trascendente, (ya en la tercera edición del libro de Mauriceau 1681) y se recomendaba el parto por vía abdominal si él iba a ser el rey ya que «el interés público era más importante que el de un individuo».

Johan Harley Young de Edinburgo ha escrito una corta historia de la operación (Young, 1944). La historia de Young fue presentada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Edimburgo en 1942 como trabajo de tesis para el grado de doctor en medicina. El afirma que el origen del nombre «cesárea» es incierto. Casi con toda seguridad no deriva del mito de que Julio César nació de esta manera, ya que su madre Aurelia estaba viva cuando él invadió Bretaña, y en las épocas antiguas ninguna mujer que diera a luz de esta manera con toda probabilidad hubiera sobrevivido a la operación. Algunas historias sugieren que Escipión el Africano podía haber nacido mediante esta operación en el año 237 a.C., pero también esto parece poco probable y es improbable también que Escipión el Africano fuera el primero en ser denominado César. Se ha sugerido también que César fue el nombre dado a la familia Julia debido a que uno de ellos puede haber muerto o criado a un elefante, y César en púnico es un elefante. Cesar parece haber tenido el perfil de un elefante aplastando a una serpiente bajo sus pies en el reverso de algunas de sus monedas.

Otros han sugerido que el término deriva del verbo latino caedare que significa «cortar», y esto es bastante posible. Cuando las mujeres morían los niños eran sacados del útero algunas veces mediante una incisión abdominal y estos eran llamados casones.

Bibliografía:

Texto “Historia de la ginecología y obstetricia” – Tomo 1 – MICHEL J O’DOWD ELLIOT E. PHILLIPP – 1995.